MIRADA

Una taza de café

y entre su aroma

fantasías rotas,

a veces lejanas.

Espero difuminar tu silueta,

con miradas melancólicas,

que buscan refugió en rosas blancas,

de una mesa que aguarda.

Una silla vacía

en el transcurrir de las horas,

pérdida entre sonrisas,

de almas solitarias.

Y tocas mi espalda,

depositas una rosa roja,

tomas mi mano, temblorosa

por el tiempo de espera,

en un café de lámparas barrocas

y de un bar, de escritores de sueños

robados en el tiempo.

Miras mis ojos con ansias

y solo encuentras una lágrima

que a pinceladas de tristeza

marcaron las horas.

El tiempo pasa

besas mi mano,

acaricias mis risos plateados,

pides perdón por no llegar

a tiempo en un recuerdo lejano.

y sin embargo, aún el alma del tranvía

un farol de antaño

campanas y trinos  se desvanecen

al canto de la lluvia.

Una mirada seguirá perdida

en espera de mirar una puerta

que se abre  con el viento de Agosto.

Bajo la cabeza,

una lágrima en el café,

siguen pasando los años

y aun no encuentro tu mirada.

Ramón de Jesús Hernández Olivares

País: México