Es
viernes y pienso en ti.
¡Te
extraño tanto!
La
tarde es plomiza y húmeda,
la
necesidad de ti
filtrándose
en las horas vacías
llenan
mi alma de blues y spleen
por
no tenerte aquí,
aquí
en mis brazos,
con
toda la dimensión de tu ternura.
¿Qué
haces? ¿Estarás sola?
¿Estarás
escuchando palabras de amor?
¿O
pensarás en mí?
Te
miro en la lontananza,
tenaz,
firme, romántica,
bella,
llena de confianza
con
toda la dimensión de tu ternura.
Es
viernes y pienso en ti.
¡Te
extraño tanto!
Un
día me dijiste: “Te amo”.
Y tu
arena, playa virgen
con
olas de espuma viajera
recibió
a mi nao.
Te
miré a los ojos
y
solté las amarras de mi barca
navegué
en tu océano.
Descubrí
contigo
islas
inconquistadas,
territorios
desconocidos
donde
inventó el amor
---
nuestro amor ---
el
paraíso.
Esta
brisa que ahora me estremece
de
triste nostalgia
ha de
acariciar tu corintio cuerpo
y tu
armonioso rostro.
En
este preciso instante
---
misterio del espacio tiempo ---,
mis
caricias al unísono
de mi
pensamiento
siguen
a la vagabunda brisa
para
llegar a ti,
y
sentirte en mí.
No
importa que sea viernes,
lunes,
miércoles o domingo;
en
cualquier fecha,
pienso
en ti, y,
¡Te
amo tanto!
¡Te
extraño tanto!
¡Por
ti esperare!
No
importa que sea viernes,
lunes,
miércoles o domingo;
siempre
te amare.
Pío Domingo Rosales Sena
Veracruz, México
Del poemario " Perlas Compactas"
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