Isidoro A. Gómez
Montenegro
México
En tu mirada llueven
estrellas;
el signo de tus labios,
permanece.
Tus visaje es brillo incesante.
Tu boca es silencio opaco,
déjame escuchar tu voz,
con mi nombre.
Deja acariciar tus cabellos
de brillos incesantes.
Tu mirada, abarque el mundo.
No sé enseguezca ante lo,
umbrio de la vida
conserva tu sonrisa de hada libre;
el amor es lento, es misterio; es descrito a veces en la poesía.
Sigue persigue tus sueños en cada escandalosa aurora.
En la lluvia disuelta de madrugada ; y he de buscarte en cada amanecer...
en tus pupilas al despertarme amada siempre pensada.
En cada aurora; el infinito y estrellas rutilantes.
el signo de tus labios,
permanece.
Tus visaje es brillo incesante.
Tu boca es silencio opaco,
déjame escuchar tu voz,
con mi nombre.
Deja acariciar tus cabellos
de brillos incesantes.
Tu mirada, abarque el mundo.
No sé enseguezca ante lo,
umbrio de la vida
conserva tu sonrisa de hada libre;
el amor es lento, es misterio; es descrito a veces en la poesía.
Sigue persigue tus sueños en cada escandalosa aurora.
En la lluvia disuelta de madrugada ; y he de buscarte en cada amanecer...
en tus pupilas al despertarme amada siempre pensada.
En cada aurora; el infinito y estrellas rutilantes.
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