Octavio ponzanelli
México
Es
duro estar enamorado y mostrarse tal y como eres, en esos momentos de
transparencia y de fragilidad de cristal se es muy vulnerable, muy fácilmente
lastimado.
A
todos nos ha pasado, y a los que no, ya les pasará. Cuando esa persona especial
en tu vida te dice algo lindo, algo tierno, y ese comentario te llega al fondo
y te mueve las fibras mas profundas de tu alma, y luego, intentas corresponder
con un gesto, un detalle o una caricia de el mismo tamaño, quizás mas grande,
buscando provocar el mismo efecto en esa alma gemela, tu intención es agradar,
es sincerarte y hacer notar que de verdad te ha gustado, que de verdad te ha
llenado las venas con ese fluido eléctrico que te estremece y te deja sin
sentido.
Y ¿Qué pasa? Si lloraste de emoción y tu
corazón palpitó a una velocidad increíble, si tu garganta se ahogo con ese
sentimiento que de verdad te ha llevado al cielo y…. y al decirlo te contestan:
-Se sincero, di la verdad, no inventes cosas
que no sientes y no agradezcas lo que no te ha gustado.
Entonces, de nuevo a usar máscaras, de nuevo a
esconderse debajo de ese mito de que los hombres no deben llorar, a llorar
hacia adentro y sonreír hacia fuera.
-¿Qué te pasa? Los hombres no lloran, los
hombres no expresan sus sentimientos y no se rinden ante palabras bonitas; los
hombres son fuertes, de carácter y de físico, no se entregan al amor, los
hombres nos regimos por pasiones de otro tipo.
¡Mentiras! Los hombres sentimos, los hombres
amamos y quizá con un amor mas grande que las mujeres. A los hombres, nos duele
el desamor, nos lastima el desprecio. Pero… somos hombres.
¿Machos? No todos, mas bien muy pocos,
algunos usamos mascaras, pero todos amamos, todos sentimos. Y para amar, hay
que quitarse las máscaras. Y para amar, hay que estar dispuesto a ser
lastimado, esa persona que te hirió, es la misma que va a lavar tus heridas y
te amara de nuevo y tu, de nuevo te mostraras como eres y será un circulo y
estarás encerrado, felizmente atrapado en esa trampa que duele y que renueva tu
espíritu cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario