Hay días en que
la sinrazón de la razón impera
trocando sonrisas en lunas
y soles en lluvias frescas
Hay días en que
el delirio intemperante
se esconde en el infinito
que indefine los sentimientos.
Hay días en que
los colores enmudecen
y la vida se torna un juego
de espejos deformados.
Hay días en que
las venas de la soledad revientan
y la nostalgia muerde recio
las entrañas
Hay días en que
se me descompone el alma
en incontables pedazos
de vidrio.
Y hay días… como hoy…
días en que llorar
es una necesidad ineludible.
María Antonia Alonso
Cuba
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